lunes, 19 de abril de 2010

Ajedrez para cebras: Toma VIII

La concentración
Se trata de un tema arduo, donde uno lo va consiguiendo gradualmente y "estar concentrado" puede diferir entre distintas personas.
Lo relevante es conseguir el "flujo" (Mihalyi Csikzentmihalyi) o entrar en el "túnel" (Jimmy Connors) como grado óptimo de concentración pero en ambos conceptos hay un ingrediente motivador en común: la competencia la cual muchas veces oprime, presiona y produce el efecto contrario a la concentración.
No debemos ser "el detective perezoso" que resuelve sus casos en base a tibios indicios o principios generales.
Necesitamos estar permanentemente arremangados para resolver uno y otro problema, por ello, es bueno resolver posiciones complejas donde existen inconvenientes concretos a resolverlos ya.
Mentalizarse antes del juego y autoexaminarse es muy beneficioso. Pensar antes evita problemas o nos brinda una idea de solución para el caso que finalmente ocurran en la partida.
Rowson señala tres cosas a tener en cuenta antes de jugar:
1) Afine su guitarra imaginaria (sus nervios, cual cuerdas, deben estar entre tensos y relajados para actuar en su mejor nivel).
2) Cuide a sus mariposas en el estómago (téngase fe ante todo y no reniegue de los nervios aunque llévelos a un estado normal).
3) Ame la batalla por encima del resultado (¿quiere jugar o solamente quiere ganar? se interroga con sabiduría Rowson).
Todo un tema central en el ajedrez, en cualquier labor, en la vida.

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