miércoles, 10 de agosto de 2011

Análisis subiendo la cuesta.

Del 1 al 9 de Agosto tuve la suerte, gracias a las autoridades de la Escuela Ruy López de Villa Martelli, de participar del XV Magistral de la República que otorgaba norma de GM (7/9) la cual varios estuvimos más o menos cerca pero no logramos alcanzar.
Ganó finalmente el GM uruguayo Andrés Rodríguez con 6/9 y a medio punto quedamos con el Gm Slipak y el MI Mahía. Pero analicemos un poco lo que significa jugar un magistral así:
Ante todo un torneo que está por encima de mi nivel actual te exige tanta concentración que casi no permite realizar otras labores de ajedrez durante el mismo (perdón alumnos/as de las clases por e-mail por la demora).
El mal comienzo hace muy empinada la remontada pero, después de lo visto, creo que se puede principalmente si se piensa partida por partida olvidando el dolor de la derrota o menguando el regocijo de la victoria.
Tengo que estudiar más y mejor ajedrez, entendiendo que una de las grandes dificultades de este hermoso juego ciencia reside en el estar constantemente preparado para tomar decisiones en un lapso determinado de tiempo.
Aperturas, medio juegos y finales deben tener una conexión más lógica y darme cuenta que -cuando uno entiende mejor la posición- la probabilidad de jugarla mal disminuye drásticamente (así me pasó positiva y negativamente en varias partidas).
Por otro lado, veo que conservo muy poco anotado mi cuaderno de entrenamiento y eso es mala señal pese a que uno esté estudiando. Hay que sacar más conclusiones aunque luego éstas sean revisables.
En el aspecto de la concentración he ido, en un torneo de mucho stress, de menor a mayor y cuando me refiero a ésto no lo hago solamente bajo la idea de "estar sentado haciendo que pienso" sino a la concreta posibilidad de abstraer mis sentidos y volcarlos a la materia en un período largo de tiempo (en este caso tablero y piezas).
El manejo del tiempo ha sido bastante bueno pero sigo creyendo que en los apuros de tiempo el cálculo se transforma solamente de mi parte en intuición y eso no es correcto y sobre todo muy peligroso.
Ahora a seguir, a ponerle ganas y saber que estoy en la base y me faltan unos 7000 metros para llegar a ser GM pero, al menos, ya estoy caminando.
¿Por qué escribirlo en el blog antes qué en el cuaderno de entrenamiento? Ya que cuando otros lo ven uno tiende a engañarse menos y a comprometerse más (como cuando Botvinnik decía de analizar las partidas para otros para hacerlo con el máximo de rigurosidad) con las palabras y las ideas que enarbola.
A continuar la caminata y ojalá me sirva y les sirva.

Alejo de Dovitiis © 2011